Las empresas emitieron sendos comunicados en los que explicaron que pondrán "en pausa" las peticiones de las Fuerzas de Seguridad hongkonesas mientras analizan las implicaciones de la controvertida nueva normativa y si esta atenta contra los derechos humanos.
"Creemos que la libertad de expresión es un derecho humano fundamental y apoyamos el derecho de las personas a expresarse sin temor por su seguridad u otras repercusiones", indicaron desde la firma que dirige Mark Zuckerberg.
Por su parte, desde Twitter apuntaron que "igual que muchas organizaciones de interés público, líderes de la sociedad civil y colegas de la industria", están "muy preocupados" ante el proceso que ha seguido y las intenciones de la ley de seguridad nacional.
La ley, aprobada el 30 de junio y bajo la que ya se han producido las primeras acusaciones de detenidos, es vista por abogados y activistas hongkoneses como el posible fin de los derechos y libertades de las que se goza en la ciudad frente al resto de China, aunque el Gobierno local insista en que tan solo afectará a una "minoría extremadamente pequeña" de personas.
Entre otras cosas, la nueva normativa criminaliza la secesión, la subversión, la confabulación con terceros países e insta a castigar aquellos actos que inciten al odio contra China y el Gobierno del Partido Comunista.
A diferencia de la China continental, donde internet está fuertemente censurado y Facebook, WhatsApp y Twitter están prohibidas, las redes sociales sí operan en Hong Kong y, como en el resto de países, es habitual que la Policía les pida datos de usuarios en el marco de sus investigaciones.
Son estas peticiones a las que las firmas de Silicon Valley dejarán de responder a partir de ahora y hasta que concluya su evaluación de la nueva ley de seguridad nacional.