El equipo que conduce el LHC confirmó hoy que se extrajeron los últimos haces de protones del anillo del acelerador, localizado en un túnel de 27 kilómetros de circunferencia construido a entre 50 y 175 metros de profundidad en la frontera entre Suiza y Francia.
El acelerador fue diseñado para hacer chocar haces de protones o iones pesados lanzados en direcciones opuestas en colisiones que han generado intensidades de energía sin precedentes.
Este experimento permitió descubrir una nueva partícula que se tiene casi la total certeza es el "Bosón de Higgs", el gran elemento que faltaba en la teoría que sustenta la física moderna.
Según el CERN, durante las últimas semanas de funcionamiento, la cantidad de datos registrados en los sistemas de memoria de masa del CERN superó el récord de 100 petaoctetos, el equivalente a 700 años de filmación a muy alta definición.
"Tenemos todas las razones para estar muy satisfechos de los primeros tres años de explotación del LHC", comentó el director general del CERN, Rolf Heuer, al comunicar la parada de las operaciones con fines de mantenimiento técnico.
"La máquina, los experimentos, las instalaciones informáticas y todas las infraestructuras han funcionado extremadamente bien y ahora tenemos un descubrimiento científico mayor en nuestro activo", agregó.
El acelerador deberá ser puesto nuevamente en funcionamiento en 2015, indicó el organismo científico, sin dar más precisiones.
Sobre los trabajos que tendrán que realizarse, el director de los aceleradores y tecnología del CERN, Steve Meyer, explicó que hay un importante trabajo de consolidación pendiente en todo el complejo de aceleradores del CERN y, en particular, en el LHC.
Entre los trabajos que se realizarán figuran volver a efectuar las interconexiones entre los imanes del LHC para que, cuando sea encendido nuevamente, pueda funcionar a una energía nominal de 7 TeV (teraelectronvoltios) por haz.