Para United Launch Alliance (ULA) se trata de una misión de certificación (la CERT-1) del Vulcan Centaur VC2S que se ha pospuesto durante varios años y que espera hacer realidad el lunes 8 de enero desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 41, de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral.
Este nuevo cohete, de dos etapas, se inaugurará con dos cargas útiles: el módulo de aterrizaje Peregrine para la NASA, y otra comercial que incluye las muestras de ADN de los tres expresidentes y cenizas de actores de la serie de televisión original Star Trek.
La NASA reiteró este jueves en una rueda de prensa que está trabajando con empresas estadounidenses para llevar en el módulo Peregrine cargas científicas de esta agencia, de exploración y tecnológicas a la superficie lunar, como también a su órbita.
En este caso la Misión Peregrine Uno (PM1) será operada por una compañía privada, Astrobotic, como parte de la iniciativa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA para realizar experimentos en la superficie lunar, precisó Chris Culbert, director de ese programa del Centro Espacial Johnson.
Culbert recordó que aterrizar en la Luna es "extremadamente difícil" y enfatizó que se trata del primer lanzamiento robótico comercial a la superficie de la Luna.
Subrayó que habrá "ciencia progresivamente compleja a medida que la comunidad comercial demuestre de lo que es capaz".
Durante la rueda de prensa varios expertos de la NASA explicaron los pormenores de los diferentes instrumentos científicos para esta misión lunar, que busca estudiar su exósfera, sus propiedades térmicas y la abundancia de hidrógeno del regolito de la Luna.
El módulo de aterrizaje Peregrine también incluye el 'rover Iris' de dos kilos de peso y del tamaño de una caja de zapatos, que fue construido por estudiantes de la Universidad Carnegie Mellon para tomar imágenes geológicas.
Entre los instrumentos hay un sensor de radiación para recopilar información sobre el entorno lunar, y espectrómetros para medir recursos en el lugar de aterrizaje y la exósfera lunar.
Las investigaciones científicas y las demostraciones tecnológicas realizadas en la superficie lunar a través de CLPS son parte del objetivo más amplio de la NASA de devolver humanos a la Luna a través del programa Artemis.
El científico de la NASA Paul Niles explicó que el lugar de aterrizaje de Peregrine será un antiguo flujo de lava endurecida fuera de los Domos Gruithuisen, cuyo entorno "ayudará a comprender la historia geológica" del lugar.
Se trata de un enigma geológico a lo largo del límite de las tierras altas en el borde noreste del Océano de las Tormentas, la mancha oscura más grande de la Luna.
Esta nave espacial, que mide 1.9 metros de alto y 2.5 metros de ancho, operará durante aproximadamente 10 días en la superficie lunar.
Las cenizas y ADN humanos
Por otro lado, y en una misión que nada tiene que ver con la NASA, como lo aclararon en la rueda de prensa, la segunda carga útil del Vulcan hace parte de la misión Voyager al espacio profundo de la empresa funeraria Celestis Memorial Spaceflights, conocida como Enterprise Flight.
La misión Celestis lanzará 265 cápsulas que contienen restos cremados y muestras de ADN para un viaje interminable en el espacio interplanetario más allá del sistema Tierra-Luna y orbitando el Sol para siempre.
A bordo están restos del creador de la serie original de Star Trek, Gene Roddenberry, como también los de su esposa Majel Barrett Roddenberry y los miembros del reparto Nichelle Nichols, la actriz que interpretó a la teniente Nyota Uhura, y el querido actor James Doohan, quien personificó al ingeniero jefe Montgomery "Scotty" Scott de la nave estelar Enterprise.
Las muestras de ADN de los expresidentes también formarán parte de la carga de Celestis, junto con las de personas de todos los ámbitos de la vida, intereses y vocaciones.
Esta carga permanecerá fijada al Centaur V, la etapa superior del Vulcan, que se colocará en una órbita hiperbólica alrededor del Sol una vez completada la parte Peregrine del lanzamiento y el posterior agotamiento del propulsor y las actividades de seguridad estándar para una etapa superior. Permanecerá en esta órbita por la eternidad.
Esta es la primera de dos pruebas de vuelo requeridas para el proceso de certificación de ULA con la Fuerza Espacial de Estados Unidos.
ULA ha trabajado en estrecha colaboración con la Fuerza Espacial durante todo el diseño, desarrollo, prueba y producción del cohete de próxima generación para garantizar el acceso al espacio.