El banco estadounidense Citigroup confirmó que "recientemente" sufrió un ataque informático que comprometió los datos bancarios del 1 por ciento de sus clientes en Estados Unidos y Canadá.
"En una revisión rutinaria descubrimos recientemente accesos no autorizados de nuestro sistema informático que afectaron al 1 por ciento de nuestros clientes en Norteamérica", explicó el portavoz del banco Sean Kevelighan.
Añadió que se ha puesto en marcha medidas de seguridad para prevenir este tipo de ataques en el futuro y que el banco planea contactar con los clientes cuyos datos bancarios fueron comprometidos en el ciberataque.
Según detalló, los piratas informáticos no tuvieron acceso ni a los números de seguridad social de sus clientes, ni a sus fechas de nacimiento, como tampoco a los tres dígitos de seguridad de las tarjetas de débito y crédito o a sus fechas de vencimiento.
Citi tiene 21 millones de clientes en Estados Unidos y Canadá por lo que se calcula que el ataque habría afectado a unas 210,000 cuentas bancarias.
El banco estadounidense se une así a otras grandes empresas que en los últimos meses han sido víctimas de ataques informáticos.
Google anunció el 1 de junio el desmantelamiento de un "plan de robo de contraseñas de cientos de correos electrónicos de Gmail de altos funcionarios de Estados Unidos, activistas chinos, funcionarios de diversos países asiáticos, personal militar y periodistas".
Según Google, el plan estaba supuestamente lanzado desde la ciudad china de Jinan, aunque el Gobierno de Pekín salió rápidamente al paso de estas acusaciones, que tildó de "inaceptables".
Por su parte, la empresa Lockheed Martin, uno de los mayores proveedores de material tecnológico de defensa del Gobierno de Estados Unidos, también denunció a finales de mayo que había sufrido un ataque cibernético en sus sistemas de información.
En medio de los ataques, la Casa Blanca lanzó a mediados de mayo un plan para actualizar las defensas de Estados Unidos en "ciberseguridad" tras detectar que son vulnerables a posibles ataques que puedan dañar el sistema eléctrico, sector financiero y redes de transporte.
Según datos de las autoridades de seguridad de Estados Unidos, cada día se detectan cerca de 60.000 nuevos programas informáticos dañinos.