Volvo descubre que parte de sus ventas en China de 2011 fueron falsificadas

El fabricante sueco de automóviles Volvo, controlado desde 2010 por el grupo privado chino Geely, ha descubierto mediante una investigación interna que miles de sus ventas registradas en China en 2011 fueron falsificadas por sus concesionarios locales para recibir incentivos anuales.

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Según recoge hoy el diario independiente South China Morning Post, la otra cara de la trampa contable de la que fue víctima la compañía es que la cifra de ventas de sus concesionarios en 2012 fue en realidad mucho mayor: en lugar de haber caído un 11 por ciento, parece que en realidad aumentaron un 15 por ciento el año pasado.

La fabricante sueca cree que 7,269 de las 47,140 ventas de sus modelos declaradas a la compañía tras 2011 por sus concesionarios chinos fueron falsas, de manera que en realidad vendieron en conjunto solamente 39,871 aquel año, y luego descontaron esas 7,269 unidades de sus ventas reales del año siguiente.

Por eso en 2012 parecía que las ventas de sus concesionarios habían caído un 11 por ciento, hasta 41,989 vehículos, cuando en realidad habían aumentado un 15 por ciento hasta 45,896 unidades.

El problema lo reveló un alto ejecutivo de Volvo, no identificado, que confiesa que, aunque fue difícil solucionar el problema, la compañía cree haberlo resuelto ahora, y estima que cerca de la mitad de los más de 150 concesionarios de Volvo en el país falsificaron sus cifras.

Con todo, según un portavoz de la compañía, aunque es cierto que se ha descubierto un "problema de transparencia" en la contabilidad de las ventas, eso no afectará a sus cifras de ganancias registradas, ya que Volvo contabiliza sus ventas oficialmente cuando entrega los coches a los concesionarios, no cuando estos los venden.

Aun así, este engaño dificultó a los directivos de Volvo su evaluación de cuáles de sus modelos son más populares en el gigante asiático y mermó su capacidad de respuesta ante el aumento de la demanda.

Volvo había anunciado en 2011 que doblaría sus ventas anuales en China hasta las 800,000 unidades para el año 2020, casi el doble también de las 422,000 que vendió en el país oriental en 2012.

El grupo Geely, que fabrica y controla las marchas chinas Geely, Emgrand, Englon y Gleagle, compró Volvo a la multinacional estadounidense Ford en 2010 por cerca de 1,300 millones de dólares (944 millones de euros al cambio de entonces).