Este registro de ventas se acompasa al plan de Volvo para el año 2020 de llegar a las 800.000 unidades vendidas en todos los mercados que está presente, objetivo para el que se considera herramienta esencial el mercado chino.
La marca sueca ha crecido en todos los grandes mercados en el año recién terminado, pero el aumento ha sido significativo en China, con el 54,4 %, mientras que en América del Norte avanzó un 22,5 % y un 13,1 % en Europa.
Esta mejora en las ventas se debe, según la compañía, a la buena aceptación de modelos como el S y el V60, junto con el crossover XC60.
Las ventas de los modelos DRIVe, de bajas emisiones de CO2, siguen en fase de impulso y la gama de crossover XC representa el 36 % de las ventas totales.
Volvo Car, ahora en la órbita del fabricante chino Geely, ha vuelto a la rentabilidad, como lo demuestra el beneficio neto de 477 millones de coronas suecas (53,8 millones de euros) en los nueve primeros meses de 2011 y espera presentar un resultado mucho mejor para la totalidad del ejercicio 2011.