Primero empezará la venta en Japón y en 2015 se exportará a Europa el modelo que aún no tiene nombre. Para Japón la marca prevé un precio neto de aproximadamente 50,000 euros.
Las pilas de combustible funcionan con hidrógeno en un tanque de alta presión donde se transforma en corriente para un motor eléctrico.
La única emisión con esta tecnología es vapor de agua. Las principales ventajas, según los desarrolladores, en comparación con los vehículos eléctricos convencionales son la mayor autonomía y el menor tiempo de recarga. Así con unos pocos minutos de carga se consiguen autonomías de más de 500 kilómetros. La marca no anunció aún datos técnicos, pero asegura que se asemejarán a los de vehículos tradicionales.