Suzuki ha decidido recurrir al arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (ICC, siglas en inglés) después de haber dado unilateralmente por terminada la alianza el 18 de noviembre, sin que Volkswagen haya respondido hasta el momento a la petición oficial de la nipona.
Suzuki sostiene que los términos de su acuerdo con la alemana se violaron ya que ésta no le dio acceso a su tecnología, tal y como se especificaba en el pacto, y pide la devolución del 19.89 por ciento del capital que adquirió Volkswagen.
El acuerdo buscaba reforzar a ambos fabricantes en el mercado a través del posicionamiento del grupo nipón en los países emergentes con sus vehículos compactos, y aumentar así su presencia en Europa, América del Sur y China.
La alianza contemplaba además que Suzuki tendría acceso a la avanzada tecnología medioambiental de Volkswagen, sobre todo en el campo de los vehículos híbridos, algo que según el fabricante japonés no ha ocurrido.
El proceso que la empresa con sede en Shizuoka (centro de Japón) abre hoy es el tercer paso en su intento por desligarse del grupo alemán, después de que el pasado septiembre anunciara su intención de disolver la alianza.
La compañía de Wolfsburg ha expresado desde el inicio del conflicto su intención de mantener el acuerdo con el grupo japonés.