El presidente del organismo, Oscar Albín Santos, reconoció que en noviembre el panorama es incierto, pues tras el paro de más de un mes de General Motors, la mayor compradora de autopartes en México, es difícil superar los resultados de 2018.
Señaló que a pesar de que se están retomando las unidades, éstas no se fabricarán hasta fin de año, por lo que se proyecta que si no se llega a los 100,000 millones de dólares se estarán en niveles muy cercanos.
Consideró que las noticias son “relativamente buenas”, pues la industria sigue creciendo, pues sólo al mes de octubre alcanzó 1.5 por ciento, siendo las partes eléctricas, arnés, radios, componentes electrónicos, lo que más se produce.
Asimismo, le siguen transmisiones, telas de alfombras y partes pequeñas (como fundas y cubreasientos), así como las partes de motores y los propios motores, que se distribuyen en los 17 millones de automóviles de la región.
Albín Santos dijo que en los últimos seis a ocho años se logró crecer hasta 34 por ciento en el contenido de autopartes mexicanas por vehículo producidas en Estados Unidos. Cuando antes se producía 3,600 dólares por automóvil fabricado en el país vecino ahora es casi 5,000 mil dólares por unidad producido.
Respecto a los empleos, indicó, se mantienen con las mismas plazas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la industria cuenta con 864,000 empleos directos y estima finalizar el año con una cifra muy parecida.