La marca BMW i representa conceptos automovilísticos proyectados hacia el futuro y, además, es la nueva interpretación de calidad selecta, que se expresa a través de la sostenibilidad.
La carrocería especialmente ligera y aerodinámica, la moderna tecnología BMW eDrive del conjunto propulsor, la inclusión de un motor de gasolina de 1,500 cc con tecnología BMW TwinPower Turbo y el sistema de gestión inteligente de la energía se combinan para formar un conjunto que representa una solución que marca un nuevo nivel, alcanzado a través de la aplicación de la estrategia de desarrollo EfficientDynamics. El BMW i8, con jaula del habitáculo de polímero reforzado con fibra de carbono (PRFC), establece una nueva referencia en lo que se refiere a la optimización del peso de un vehículo híbrido conectable. El BMW i8 puede conducirse únicamente con el motor eléctrico y, por lo tanto, no ocasionar emisiones en absoluto. Pero también dispone del potencial dinámico propio de un vehículo deportivo, previsiblemente capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4.5 segundos.
El BMW i8 fue concebido desde un principio como vehículo deportivo híbrido conectable, ágil y de altas prestaciones y, al mismo tiempo, eficiente. Su arquitectura LifeDrive, específica de BMW i, ofrece las condiciones ideales para un vehículo de peso optimizado.
Cuando se inicie su producción en serie, el consumo promedio del BMW i8, determinado de acuerdo con el ciclo de pruebas UE previsto para vehículos híbridos conectables, será inferior a 2.5 litros a los 100 kilómetros, mientras que el valor de CO2 no llegará siquiera a 59 gramos.
Relación optimizada entre prestaciones y consumo
EfficientDynamics abarca tanto la evolución de la tecnología ya disponible, como el desarrollo de nuevos y revolucionarios conceptos de propulsión. Con ese propósito se combinan conceptos de eficiencia automovilística, entre ellas el uso de materiales ligeros, optimización aerodinámica y motores dinámicos, con soluciones de la tecnología BMW TwinPower Turbo y con sistemas de control inteligente de todos los flujos de energía dentro del vehículo.
Arquitectura LifeDrive
La arquitectura LifeDrive es ideal para invertir la tendencia del aumento del peso y, además, para obtener un diseño específico para cada modelo. Considerando que el BMW i8 tiene una longitud de 4,689 milímetros, y que su ancho es de 1,942 y su altura de 1,293 milímetros respectivamente, es evidente que se trata de un vehículo de proporciones típicamente deportivas.
Motor BMW TwinPower Turbo y motor eléctrico desarrollado por BMW Group
El sistema propulsor del BMW i8 está compuesto por las tecnologías BMW TwinPower Turbo y eDrive. Por lo tanto, este vehículo híbrido conectable combina lo mejor de ambos mundos: gran potencial para aumentar la eficiencia y prestaciones fascinantemente deportivas.
Combinando el funcionamiento de ambos propulsores, este modelo presumiblemente será capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4.5 segundos.
Chasis de gran categoría, DSC y control dinámico de la suspensión de serie
El chasis del BMW i8 incluye un eje delantero de doble articulación y patas telescópicas y un eje trasero de cinco brazos. La dirección asistida electromecánica permite maniobrar con facilidad en el tráfico urbano, aunque ofrece la precisión típica de un vehículo deportivo conduciendo a altas velocidades. El equipamiento de serie también incluye el sistema de control dinámico de amortiguación DDC. El efecto de los amortiguadores regulables electrónicamente varía según el modo de conducción elegido, confiriéndole al auto el comportamiento dinámico correspondiente en cada caso.
El sistema DSC (control dinámico de la estabilidad) incluye el sistema de antibloqueo de los frenos (ABS), asistencia de frenado en curvas (CBC), control dinámico de los frenos (DBC), asistente de frenado, preparación de la activación de los frenos, asistente de arranque en pendientes, compensación de la reducción de la eficiencia de los frenos calientes (fading) y función de secado intermitente de las pastillas y los discos. El modo de control dinámico de la tracción (DTC), que se activa pulsando una tecla, sube el umbral de respuesta del control de la estabilidad. De esta manera, el conductor del BMW i8 tiene la posibilidad de dejar patinar ligeramente las ruedas motrices para poner el vehículo en movimiento más fácilmente sobre nieve o un camino resbaladizo. Esta función también es ventajosa al trazar curvas deportivamente y a gran velocidad.