Las marcas afectadas son Chevrolet, Cadillac y Buick, además de camiones GMC de los años 2013 y 2014, debido a un módulo de control electrónico defectuoso en el chasis, que podría hacer que el vehículo se detenga o que no arranque.
De los vehículos afectados, 4,500 aún no fueron vendidos. Serán entregados a los clientes sólo después de haber hecho las reparaciones necesarias. Sin embargo aún se desconoce cuándo estarán disponibles los repuestos.