Así se desprende de la sentencia del tribunal en el caso de un choque frontal provocado cuando uno de los conductores se inclinó hacia su acompañante y la besó. La conductora del otro vehículo murió.
El piloto del coche que provocó el accidente creía no tener que cargar con toda la responsabilidad porque la fallecida no llevaba el cinturón de seguridad, pero los jueces consideraron que su comportamiento limitaba la responsabilidad de la otra conductora, por lo que no le rebajaron la pena de cárcel. "Su infracción es tan grave como el de un conductor borracho que provoca un accidente", justifica la sentencia.