Dominan inseguridad y corrupción en la campaña de Nuevo León

Una Hummer y una tanqueta con unos 20 militares recorren el centro de Monterrey, Nuevo León, ante la mirada incrédula de algunos y el aval de otros regios, todo en medio de un debate mediático entre el PAN y el PRI sobre la inseguridad.

En ese intercambio de ideas destacan también los presuntos nexos de candidatos con el crimen organizado, así como el desarme y la detención de policías de varios municipios de Nuevo León por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Es la víspera del 5 de julio en un estado que los partidos consideran termómetro electoral de lo que ocurrirá en 2012 y que, de ganarlo, permitirá a las fuerzas políticas posicionarse entre la ciudadanía y probar que sus estrategias de campaña funcionaron.

"Nuevo León vive una grave crisis de inseguridad por el descuido tanto del gobierno del estado como del federal, y eso se ha reflejado un descontento de la ciudadanía, que ve aderezado con los recientes escándalos de corrupción y presuntos nexos con el narcotráfico", expuso el diputado Ricardo Cantú Garza, del Partido del Trabajo.

Las estadísticas de la Secretaría de Seguridad Pública federal exponen una leve disminución en los índices de violencia y ajusticiamientos.

"Ahorita los delincuentes están medios quietos, pero en cualquier momento aparecerá un ejecutado, una narcomanta o levantarán a algunos", expone el comerciante Camilo González.

El tema de la inseguridad es básico, como quedó demostrado con la acogida a la propuesta del empresario Fernando Martí para no que no se apoye a los candidatos que no se comprometan ante notario público a impulsar programas y reformas contra de la violencia y la impunidad.

Menos de 24 horas después de que fuera presentada esa propuesta, candidatos del Partido Acción Nacional (PAN) a diversos cargos, como los aspirantes a la gubernatura, Fernando Elizondo, y a la alcaldía de San Pedro, Mauricio Fernández, signaron cartas-compromiso.

La firma de éste último cobra importancia luego de que una publicación aseverara que Fernández Garza mantuvo negociaciones con el cártel de los Beltrán Leyva.

Ese tema llegó hasta la Procuraduría General de la República cuando candidatos de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Socialdemócrata (PSD) y Nueva Alianza presentaron una denuncia para exigir que se investigara los dichos de Mauricio Fernández, quien a su vez aseguró no está preocupado por esa petición.

De ello no queda exenta la pantalla televisiva, que bombardea en sus canales locales con spots en los que Fernando Elizondo Barragán critica la inseguridad en el estado y señala que mientras a nivel federal se aplican pruebas de control de confianza a los policías, el gobierno de Natividad González Pará, nada hace al respecto.

A su vez el aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al gobierno estatal, Rodrigo Medina, que se comprometió a firmar ante notario público sus compromisos y programas contra la delincuencia, asevera en sus spots que se requiere "valor y coraje, y no miedo, para enfrentar a la inseguridad".

Otro frente de esta guerra electoral se abrió contra el aspirante del PAN a la alcaldía de Monterrey, Fernando Larrazábal, a quien acusan de tener cuentas bancarias millonarias en dólares en Estados Unidos y de ser propietario de una constructora, todo ello presuntamente con recursos públicos.

A todo ello se agrega la detención a manos del Ejército mexicano de medio centenar de policías estatales, por sus presuntos vínculos con la delincuencia, así como el desarme de uniformados del municipio del municipio de San Pedro Garza García.

Al respecto el secretario de Seguridad Pública en Nuevo León, Aldo Fasci, ha reconocido públicamente que el crimen organizado infiltró a las policías locales y los cárteles pagan a algunos mandos y uniformados entre dos mil y tres mil pesos a la semana para que los dejen operan sin problemas.

La tanqueta y la Hummer se detienen frente a una comandancia de la policía. Todos se miran recelosos cuando ven a los soldados bajar para comprar refrescos en un estanquillo donde se escucha el acordeón y un corrido sobre narcos de Ramón Ayala y sus Bravos del Norte.

Los militares suben a sus vehículos para continuar con sus recorridos, mientras los policías respiran tranquilos y bromean: "ya venían por ti, Pedro". Es el ingrediente adicional de los comicios del 5 de julio al pie del Cerro de la Silla.