Al término de la audiencia general de los miércoles, Peña Nieto, quien encabezó una delegación mexiquense que visitó el Vaticano y regaló un nacimiento y miles de artesanías mexicanas, le presentó al pontífice a su novia Angélica Rivera y exclamó "'pronto me casaré".
Joseph Ratzinger asintió y bendijo a la pareja. Después pasaron a saludarlo los hijos de Peña y Rivera: seis niños de diversas edades.
Junto a los obsequios institucionales del nacimiento y los adornos del árbol, los infantes regalaron al líder católico una campana dorada en forma de "árbol de la vida" y varias artesanías en repujado.
Inmediatamente después el resto de la delegación desfiló ante el Papa, incluida la secretaria de Desarrollo Urbano del Estado de México, Marcela Velasco; el coordinador de Comunicación Social, David López, y el coordinador de asuntos internacionales, Arnulfo Valdivia.
Los últimos saludos corrieron por cuenta de los artesanos Juan Serrano e Hilario Hernández quienes, a nombre de los artistas de Metepec, donaron un tapete de Temoaya con el escudo papal anudado a mano por indígenas otomíes.
Mientras saludaba al pontífice el gobernador mexiquense afirmó que existe una '"espléndida relación" con los obispos de su entidad y agradeció "la distinción" concedida a su familia al recibirla en El Vaticano.