Recientemente, el presidente Felipe Calderón Hinojosa anunció la firma del Acuerdo Nacional por el Turismo, que tiene como meta colocar a esta nación entre los cinco primeros destinos mundiales hacia 2018, así como el propósito de que este ramo genere 40,000 millones de dólares a la economía mexicana y 4 millones de empleos directos y 12 millones de indirectos.
Al respecto es importante señalar que el logro de esas metas no deberá basarse sólo en la generación de turismo a través de un desarrollo desmedido y descontrolado, sino en el turismo sustentable de calidad que genere los ingresos necesarios y que a su vez permita a México conservar gran parte de su propia esencia y atractivo turístico como las bellezas naturales, la biodiversidad y las zonas que han sido declaradas patrimonio de la humanidad.
Un mercado turístico que durante los últimos años ha cobrado mayor relevancia es la adquisición de casas para el retiro por parte de jubilados norteamericanos quienes actualmente están en búsqueda de opciones de vivienda sustentables que en muchas ocasiones no se encuentran disponibles en México.
Y es que actualmente existen alrededor de un millón de residentes norteamericanos en México los cuales representan una derrama económica relevante en México. En condiciones óptimas, dicha cifra tendería a incrementarse debido a que ahora están llegando a las edades de jubilación los llamados baby boomers quienes son propietarios de 57 por ciento de todas las residencias vacacionales o de retiro que existen en el mundo y quienes también han desarrollado e impulsado fuertemente una alta conciencia ecológica y en pro de la sustentabilidad.
Sin embargo, un reciente estudio de la International Community Foundation (ICF) ha revelado que la falta de oferta de opciones de viviendas “verdes”, soluciones medioambientales y desarrollos sostenibles en México podría provocar que menos jubilados norteamericanos elijan a este país como destino para su retiro e incluso algunos de quienes ya habitan aquí estarían dispuestos a dejar el país en búsqueda de otras opciones.
De acuerdo con Richard Kiy, coautor del estudio y presidente de la International Community Foundation, “Las costas mexicanas, son ampliamente reconocidas por sus playas y cálidas aguas azules, así como por su gran biodiversidad marina. Por ello, es importante alertar sobre cómo el rápido desarrollo de complejos turísticos amenaza la frágil biodiversidad marina y las bellezas naturales que constituyen gran parte de la esencia del turismo en México”.
El impacto para el turismo mexicano se ha hecho evidente no sólo en el número de visitas y derrama económica anual, sino en la pérdida en la preferencia de quienes buscan casas para retirarse. En el año 2009, la revista National Geographic Traveler otorgó una calificación de 44 sobre 100 a la Riviera Maya – “un complejo turísticos bardeado tras otro” y “hermosas playas oscurecidas por kilómetros de hoteles” eran solo algunos de los comentarios de los visitantes. La región de Los Cabos fue calificada con un 37 sobre 100 – “una catástrofe turística” y “muy poca cultura local auténtica,” fueron algunos de los comentarios de turistas sobre Cabo San Lucas y su zona hotelera.
En comparación, otros destinos para el retiro tuvieron mejores críticas: Costa Rica con 62, las islas y arrecifes de Belice con 59 y las Islas Galápagos de Ecuador con 50. Consistentemente, estos destinos se ubican entre los primeros lugares en “los mejores destinos para el retiro” de la revista International Living.
Otro estudio, Reverdecimiento de los Destinos de Retiro de Estadounidenses en México: Temas y Tendencias Emergentes en las Comunidades Costeras de la ICF, que encuestó a 840 residentes norteamericanos que viven en México, únicamente el 15.7 por ciento de ellos afirmó haber tenido opciones “verdes” para elegir durante la búsqueda de una vivienda.
Las recientes declaraciones del presidente Felipe Calderón Hinojosa y su Secretaria de Turismo, Gloria Guevara, que niegan que el flujo turístico se haya visto afectado por las condiciones actuales de México, contrasta con los resultados del estudio de la ICF que muestra claras tendencias de motivaciones como la inseguridad y la contaminación como razones para que turistas y jubilados estadounidenses en México decidan abandonar sus residencias en nuestro país.
El estudio generó datos preocupantes en cuanto a la falta de medidas medioambientales en México, ya que casi 50 por ciento de los encuestados identificó la reducción en la calidad ambiental como un factor decisivo en una decisión futura de dejar el país, mientras que 31 por ciento señaló el crecimiento urbano desmedido como una razón importante. La encuesta identificó que la basura (63 por ciento), las aguas negras (53 por ciento), el crecimiento urbano no planeado (37 por ciento), el sobre desarrollo (29 por ciento), y la contaminación por ruido (26 por ciento) están teniendo un impacto negativo en la calidad de vida de los residentes.
Actualmente, existe la posibilidad de posicionar a México como el líder en la oferta de turismo residencial “verde” o sostenible, para ello es necesario establecer iniciativas regulatorias y legislativas como: establecer reglamentos acerca del uso de energía renovable para los nuevos desarrollos inmobiliarios; desarrollar e implementar opciones de transporte público, que incluya el carriles para bicicletas; así como mejorar la infraestructura (banquetas y caminos) para facilitar la movilidad y traslados.
Otras prácticas que podrían mejorar la situación medioambiental en México son: la promoción de las “casas verdes”, los incentivos para usar fuentes de energía renovables y los programas de conservación de agua y energía. Así como financiar alianzas público privadas para ayudar a crear una cadena de suministro “verde” que incluya productos reciclados, tecnología adaptativa “verde”.