El Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha reconocido por primera vez que la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotiznapa se trató de "un crimen de Estado" y, en las últimas semanas, las autoridades han detenido en relación al caso al exfiscal Jesús Murillo Karam, acusado de torturas; y a cuatro militares de alto rango.