La incertidumbre provocada por el coronavirus y por los planes para aumentar la presión fiscal sobre empresas y profesionales han hecho que Andorra vuelva a convertirse en un destino preferente para los inversores españoles. Tal y como acreditan los datos de inversión extranjera difundidos por el Gobierno de Andorra, las inversiones españolas en el Principado superan los niveles anteriores a la pandemia.