Durante exactamente 33 meses, desde abril de 1977 hasta febrero de 1980, la famosa discoteca Studio 54 se convirtió en un epicentro de glamur y de eufórica celebración que consiguió salvar de la oscuridad a un deprimido Nueva York y que influenció la cultura y la moda a nivel mundial, un logro que subraya en su nueva exposición el Museo de Brooklyn.