Los diseñadores noveles mezclan en París costumbrismo y experimentación

En la segunda jornada de la semana de la moda de París, la firma francesa Victoria/Tomas exploró este martes en su colección primavera-verano 2020 las tendencias de las calles parisinas, mientras que la japonesa Anrealage introdujo en sus creaciones la perspectiva y las dimensiones de la era digital.

Para la próxima primavera, la mujer parisina que ha protagonizado las anteriores colecciones de la firma Victoria/Tomas se integra con los turistas que visitan la ciudad.

Victoria Feldman y Tomas Berzins, pareja en lo profesional y en lo personal y parisinos de adopción, tienen su taller en la capital francesa, que para ellos es una fuente inagotable de inspiración.

"La colección es una mezcla de los turistas que se arreglan para pasear por las calles de París porque para ellos es un momento especial, una fiesta, con los parisinos que son menos festivos", explicó el dúo a Efe al cierre del desfile.

Finalistas en el festival de Hyeres 2013 por su propuesta centrada en el cuero, en esta colección lo reservaron para los accesorios: maxibolsos, calzado y varias versiones del sombrero, ultra tendencia, de pescador.

El tejido estrella es el popelín de algodón en rayas, cuadros vichy y colores ácidos.

Los vestidos camiseros, faldas de picos y dos piezas con bolsitos limosneros integrados y bolsillos camuflados están pensados para un público joven urbano.

Así fue "ese encuentro entre la visión del mundo con gafas de color de rosa de los turistas y la cotidiana del parisino".

Horas más tarde, Kunihiko Morinaga, el tokiota al mando de Anrealage, puso en escena una línea donde cada prenda tuvo tres vidas.

En la puesta en escena, tres modelos desfilaban de forma simultánea como ejemplo del concepto mismo de la colección. Los patrones fueron concebidos desde la visión de tres ángulos distintos.

La imagen bidimensional se convierte en tridimensional resultando en una distorsión de proporciones que recupera el emblemático trabajo que inició el diseñador belga Martin Margiela en los años 90.

Anrealage, finalista del premio LVMH 2019, jugó a romper estilismos tan clásicos como la gabardina, el combo de americana marino de botones dorados con camisa celeste y chino beige, el conjunto de camisa blanca con chaleco de punto gris con rombos y falda plisada o el vestido azul marino con cuello, mangas y bolsillos ribeteados en blanco.

Son los clásicos "occidentales", según Morinaga, que adoptan una línea japonesa en sus construcciones.

Según aclaró la marca en una nota que recibieron los invitados, la inspiración de Morinaga vino de la deconstrucción de la realidad en las imágenes de la era digital, un mundo que interactúa cada vez más en la creación artística, también de la moda.

"En la era de adicción a lo digital en la que vivimos, lo que es real o virtual, normal o anormal, apariencia o juego de manos es simplemente una cuestión de perspectivas", añadió.