Bruno Sialelli, director creativo de Lanvin, la firma francesa más antigua de la moda, invita a soñar con una colección de hombre y mujer para la primavera verano 2021 que asegura que ha sido todo un "reto" crear.
El diseñador ha hecho del confinamiento un momento creativo para soñar. Llevado por su espíritu optimista, considera que ha sido una etapa que invitaba a tener nuevas ideas, a plasmarlas con claridad y de manera muy directa al tener que contactar con equipos de trabajo que no estaban físicamente en el mismo lugar.
El resultado, una fantasía de moda a partir de sus recuerdos más personales, pero también en héroes de la literatura y el cine. "El confinamiento me ha quitado la capacidad de observar a otros que tanto me nutre en la creación".
Pero a la vista de la colección es evidente que su genio creativo no se ha visto mermado, que Lanvin sigue su estela ascendente, con propuestas elegantes, sofisticadas, de lujo, pero con cierto aire bohemio, con abrigos de patrones perfectos, blusas, trajes ligeros y cómodos con una paleta suave en neutros y pasteles en sedas, lanas, algodón y cuero, ofreciendo un lujo con un valor longevo.
Conjuntos en los que hay una deliberada interacción entre lo masculino y lo femenino, con una cuidadosa composición en la que los complementos tienen una importancia esencial, y añaden ese "chic" que se presupone al diseño francés, a pesar de que Sialelli asegura que "no existe el chic francés, ni el parisino, aunque no esta mal tener clichés", ha asegurado.
No faltan los guantes, turbantes, pendientes y colgantes sacados del mar con imágenes de sirenas, caracolas y nemos e incluso un impresionante bolso joya, "cat-bag", que podría convertirse en pieza de coleccionista, realizado de manera artesanal con un leopardo como asa.
Sialelli se inspira en las imágenes de Romain de Tirtoff, más conocido como Erté, gran figura del arte, el diseño de vestuario y las joyas para crear unos estampados frescos, ligeros, de aire surrealista.
Diseños que encajan a la perfección con el lugar que el diseñador ha elegido para mostrar ese mundo de fantasía, "Le Palais Idéal, situado en el sur de Francia, ideado por Ferdinand Cheval, un cartero que tardó en construir esta reinterpretación de un palacio medieval 33 años.
La obra de Amoako Boafo, un pintor ghanés, ha sido la que ha inspirado la colección del director creativo de Dior Hombre, Kim Jones. El taller del artista ha sido uno de los lugares elegidos para presentar una colección delicada, para un hombre que no tiene miedo a mostrar su lado femenino en la manera de vestir.
"Crecí viendo arte africano", dice Jones en el "fashion film" de presentación, y teniendo en cuenta que no se podría hacer un desfile "por qué no crear una colección inspirada en la obra del artista al que admiro", ha dicho.
Imágenes que se plasman en una colección urbana, llena de color, como las pinturas de Boafo, donde el azul, el coral, el verde y el amarillo neón son protagonistas, tanto como los estampados florales de las camisas, donde no falta el punto en rosa pastel.
La textura de los lienzos inspira los estampados en jacquard, creando una presencia tridimensional en bordados y punto.
Abrigos, pantalones y chaquetas se entallan de una manera sencilla al cuerpo, y reflejan la moda más deportiva actual, sin dejar a un lado la magnifica confección de una casa como Dior.
Las camisas con lazada al cuello y con brillantes lentejuelas creando flores son un reflejo de esa masculina feminidad que se instala en esta colección de hombre y que también refleja el gusto del fundador Christian Dior por los jardines y las flores.
Rayas marineras de, bordado Dior Oblique sobre tul o los bordados del Atelier Vermont son piezas que hacen referencia a los archivos de la casa francesa reactualizados y llenos de vida.