Thomas Markle es el principal testigo en las acciones legales que inició Meghan contra el "Mail on Sunday" y su compañía matriz por haber publicado una carta privada que envió a su padre y haber iniciado una supuesta campaña de noticias "falsas" sobre ella.
"Ojalá que no hubiera llegado a esto, pero desde luego testificaré contra las cosas que ha dicho sobre mí", señaló Thomas Markle en una entrevista en la cadena británica ITV.
"Cuando Meghan y yo terminemos juntos en una sala del tribunal, será bastante impresionante para todos", añadió.
La defensa de la duquesa de Sussex reclamará daños al editor por un supuesto mal uso de información privada, infracción contra los derechos de autor e incumplimiento de la Ley de Protección de Datos.
Por su parte, el tabloide alegará que existe un "interés público enorme y legítimo" en la familia real británica y sus "relaciones personales y familiares", en su argumentación frente a una demanda presentada en octubre de 2019 por la duquesa de Sussex.
Preguntado sobre la posibilidad de coincidir con los duques durante el juicio, Thomas Markle ironizó que "es genial" porque así podría verlos al fin, aunque aseguró que no quiere "una batalla".
En referencia a su aparición en los medios de comunicación y a los reproches que recibe por ello, declaró que no tiene otra forma de contactar con su hija. Su intención es ofrecer una entrevista y después esperará "30 días a algún tipo de respuesta".
"Les diría - a quienes le critican por eso - que intenten estar en mi posición por un tiempo y vean cómo es tener un miembro de la familia que te oculta y no te habla, y verán cómo se siente", dijo.
En su opinión, la retirada de los duques de Sussex de sus funciones como representantes de la realeza "nunca va a funcionar".
"Estoy un poco avergonzado por ellos y siento mucha pena por la reina", lamentó.
Meghan está ahora en Canadá, donde permanece con su hijo Archie, de ocho meses, después de que la pareja comunicará que se retiraban como miembros de la realeza.
La noticia de que planean dividir su vida entre el Reino Unido y Canadá y llegar a ser financieramente independientes causó revuelo en este país, aunque finalmente ha contado con el respaldo de Isabel II, que les ha concedido un "tiempo de transición" para redefinir sus roles futuros.