Crawford, que no ha dejado de estar en lo más alto después de haber triunfado en el mundo de la moda, habló también en una entrevista con Efe en Londres de sus logros, la evolución del oficio y la presión que afrontan ahora las modelos al estar "más expuestas" por las redes sociales.
La actual empresaria reflexionó sobre el mundo de la moda con motivo del lanzamiento de la campaña "Tops on Top" de Silestone, una marca de superficies para el hogar del Grupo Cosentino de la que Crawford es embajadora desde hace tres años.
"He cambiado a medida que mi vida lo ha hecho y las compañías con las que he trabajado también son diferentes", admitió la modelo al referirse a la labor que realiza en la actualidad.
Crawford señaló que siempre busca colaborar con empresas que se encuentren en el mismo punto en el que está ella en su vida, y por este motivo, desde hace años es el rostro de Silestone.
"Después de tener hijos, mi hogar se convirtió en lo más importante", señaló.
Considerada como una de las mujeres más bellas del mundo, fue portada en los 90 de revistas como Vogue, Playboy, ELLE y Harper's Bazaar entre otras. Sin embargo, Crawford asegura que el oficio ha evolucionado poco: "Ejercer como modelo, caminar por la pasarela o hacer una sesión de fotos es lo mismo".
Para la estadounidense, el cambio substancial en los últimos años ha venido dado por las redes sociales, que han aumentado la exposición y la presión sobre las modelos.
"Como todo tiene pros y contras, creo que lo bueno es que es otra forma de conectar con tu audiencia, y lo negativo es que a veces puede llegar a ser demasiado y un poco abrumador", manifestó.
Aunque Crawford aseguró que no siente presión por publicar nada y lo hace con total libertad, la modelo admitió: "Siempre digo que Instagram o Twitter son como pequeñas mascotas hambrientas y tienes que alimentarlas todo el tiempo".
Destacó que las redes le han obligado a "aprender un nuevo lenguaje", pero que el hecho de haber trabajado durante años delante de las cámaras y con fotos le ha permitido defenderse bien en Instagram.
Además de la transformación a nivel tecnológico, Crawford también reflexionó sobre la voluntad actual por convertir el mundo de la moda en un lugar más inclusivo en el que haya cabida para todos los ideales de belleza.
"Siempre ha habido diferentes tipos de cuerpos, creo que la industria finalmente está adoptando y haciendo espacio para la diversidad no solo en este aspecto, sino también en la edad o en los colores de piel", señaló.
En este sentido, la estadounidense defendió, como en otras muchas ocasiones, que "no hay una edad en la que se deja de ser bella, sino que hay un tipo diferente de belleza".
"Creo que el mensaje que quiero darle a mi hija es que sí, no estoy igual que hace 25 años, pero es que tampoco soy la misma persona que cuando tenía 25", señaló.
Preguntada por el feminismo en el mundo de la moda, que en los últimos años ha llegado hasta las pasarelas, como la camiseta de Dior con el lema "Todos deberíamos ser feministas", Crawford aseguró que siente "muy afortunada". "He tenido una gran carrera y siempre me sentí confiada e hice que mi voz se escuchase", aseguró.
Más allá de las mujeres, destacó que el trabajo debe ir en una dirección que permita que la industria de la moda sea más inclusiva para todos los colectivos: "Todo el mundo merece su voz y ser escuchado".
Además de su faceta como modelo, Crawford se ha desarrollado como diseñadora y empresaria, y ha utilizado su fama en los últimos años para apoyar distintas causas benéficas como la lucha contra el cáncer infantil.
La modelo, que lleva trabajando más de tres años con el Grupo Cosentino, señaló que cada vez entiende más el producto así como los valores de la marca. "La idea es que la moda no es solo lo que llevas puesto, es cómo vives o cómo decoras tu hogar", sentenció.