La acción policial se hizo el viernes sin disparos después de vigilar a los presuntos secuestradores, que interceptaban a sus víctimas en Reynosa, en el violento estado de Tamaulipas.
Los migrantes son con frecuencia víctimas de abusos, secuestros y asesinato por parte de grupos del crimen organizado, entre ellos el Cártel del Golfo y Los Zetas, en su travesía por México para tratar de ingresar de manera ilegal a Estados Unidos.
"Las víctimas eran obligadas a realizar llamadas telefónicas a sus familiares para exigir dinero a cambio de no dañar su integridad física o la de sus familiares", informó la Comisión Nacional de Seguridad en un comunicado.
Seis de las personas secuestradas tenían menos de 18 años. Las personas de nacionalidad extranjera fueron puestas a disposición de las autoridades migratorias para su repatriación. (DPA)