El informe del OIEA, según medios internacionales, señala que Irán domina la tecnología para diseñar y construir armas nucleares, aunque admite que no existen pruebas de haya tomado la decisión de comenzar a construir bombas atómicas.
Pese a ello, autoridades de Israel y EEUU han apuntado la posibilidad de realizar un ataque militar contra instalaciones nucleares de Irán, país al que consideran la mayor amenaza para su seguridad.
La posibilidad de un conflicto bélico en el Golfo Pérsico, además de la inestabilidad económica en la zona del euro, han llevado a una subida en los últimos días del precio del petróleo y el marcador internacional Brent se acercó hoy a los 115 dólares el barril.
En una concentración sobre lectura del Corán celebrada hoy en Teherán, Ahmadineyad dijo que Irán no necesita armas atómicas para "mantener las manos de EEUU alejadas de la riqueza del país", aunque proseguirá su programa atómico pacífico, según las televisiones públicas iraníes.
Ahmadineyad condenó los esfuerzos de EEUU para "saquear" la riqueza de otros países y, en concreto, de Irán y respondió a las amenazas militares de Washington al decir que, de llevarlas adelante, "tendrán una respuesta aplastante" y "se arrepentirán".
Irán, según él, tiene un presupuesto anual de 250 millones de dólares para investigación nuclear con fines exclusivamente pacíficos y civiles, menos de 300 veces los 81.000 millones de dólares que afirmó que EEUU ha destinado a aumentar su arsenal nuclear en 2011, pese a que tiene ya 5.000 bombas atómicas.
"Los países que producen y acumulan bombas atómicas son los peligrosos y no la República Islámica de Irán", afirmó el gobernante iraní en referencia, además de a EEUU, a Israel, que, según organismos internacionales de estudios militares, dispone de un arsenal no declarado de unas 300 bombas atómicas.
Irán, insistió Ahmadineyad, "no abandonará por las presiones sus objetivos nacionales" de desarrollar la energía atómica para fines civiles y para proseguir su desarrollo, e indicó que Washington ha repetido que quiere un cambio de relaciones para aproximarse a Teherán, "pero sigue con su errónea política" de confrontación.
También criticó el trabajo de la OIEA y acusó a su director general, Yukiya Amano, de actuar fuera de su jurisdicción y violar las normas del organismo, dependiente de la ONU, al "dedicarse a repetir las palabras que le dicta Washington".
Hoy mismo, en Ereván, el ministro de Exteriores de Irán, Ali Akbar Salehi, afirmó que la presión que trata de ejercer Occidente sobre Teherán por su programa nuclear no tiene "fundamentos convincentes".
"Se trata de un asunto político, y no técnico ni jurídico", dijo Salehi en una rueda de prensa en la capital armenia, al referirse a las acusaciones occidentales de que Teherán quiere fabricar armas nucleares.
"No fabricamos armas nucleares. Si ésa fuera nuestra intención, lo declararíamos abiertamente", dijo Salehi, quien durante ocho años fue representante de su país ante el OIEA.
En la misma línea, el ministro de Justicia iraní, Seyed Morteza Bajtiarí, dijo hoy que "Occidente no está preocupado por una posible desviación de Irán del programa pacífico de energía nuclear, sino que teme los avances hechos en Irán en su capacidad tecnológica y científica nuclear" y su competitividad internacional.
Por su parte, el director de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Fereydun Abasi, dijo ayer en varias web oficiales que Irán tiene previsto exportar su tecnología nuclear: "Irán ha logrado avances significativos en los diferentes campos de la tecnología, especialmente, la nuclear".
"Debido a estas capacidades, Irán tendrá la capacidad de exportar tecnología nuclear", agregó Abassi, quien precisó que se refería a los campos de producción de energía y médico.
Además de las amenazas militares de EEUU e Israel, la Unión Europea ha advertido a Irán de que le impondrá nuevas sanciones económicas si el informe de la OIEA es desfavorable.
La OTAN ha descartado un ataque al país y el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en consonancia con autoridades de otras naciones, afirmó ayer que una acción militar contra Irán sería un "error muy grave" y tendría "consecuencias impredecibles".
"De esto nos convencemos cada día cuando vemos como se resuelven los problemas en torno a Irán, Irak o Afganistán y otros países de esa región. La injerencia militar conduce sólo al aumento de las víctimas", dijo ayer Lavrov al ser preguntado por la amenaza del presidente de Israel, Simón Peres, de atacar Irán.