Informó, en conferencia de prensa, que poco más de la mitad de los 37 líderes del narcotráfico más buscados por la PGR y que fueron dados a conocer en marzo de 2009, ya fueron detenidos o abatidos. Dijo que está hecha la mitad de la tarea pero se sigue manteniendo en constante evaluación la estrategia federal.
Poiré, aseguró que es “falso” que ante la captura o el abatimiento de los líderes criminales, se reproduzcan nuevas estructuras con igual o mayor fuerza delincuencial ya que las nuevas organizaciones que se crean no tienen el mismo poder que las ya abatidas.
Además de refrendar el compromiso del gobierno federal en la desarticulación de organizaciones criminales, Alejandro Poiré, destacó al 2010 como un año en el que se registró una cifra histórica en la caída y captura de líderes de organizaciones criminales.
Señaló que el crimen organizado constituye “un desafío a las comunidades”, lo cual se ha manifestado a través de los informes proporcionados por las dependencias de seguridad acerca de los abatimientos, decomisos y aseguramientos de drogas y armas.
De igual forma, el funcionario, resalto las más de 120,000 sentencias condenatorias en lo que va de la administración del presidente Felipe Calderón, durante los últimos años.
“Se están debilitando como nunca las organizaciones delictivas”, declaró, al mismo tiempo que se fortalecen las instituciones.
“Se ha hecho más de la mitad de la tarea”, dijo Poiré Romero.
Por lo anterior, apuntó que los golpes más sobresalientes son a las organizaciones del cártel del Golfo y de los Zetas, los cuales desde finales de 2009 operaban juntos.
Así, se refirió a la caída de Ezequiel Cárdenas Guillen Tony Tormenta”, así como la captura de “La Barbie” y “El Grande”.
Con relación al cártel del Pacifico, el vocero de seguridad nacional, puso de relieve la caída de Ignacio “Nacho” Coronel, Vicente Zambada “El Vicentillo”.
Por parte de Los Carrillo Fuentes y de La Familia, mencionó la detención de Vicente Carrillo Leyva “El Ingeniero” y el abatimiento de Nazario Moreno González “El Chayo”.
Dichas acciones, añadió, agudiza el debilitamiento de las organizaciones, además de descartar que con la captura de los líderes, se reproduzca con la misma capacidad una nueva cabeza, ya que el gobierno ha derrumbado “árboles torcidos, impidiendo que sus retoños vuelvan a crecer”.
“En el marco de la estrategia de seguridad, este tipo de plaga no volverá a crecer en el país”, puntualizó, “los que lo hacen, es sobre una base más débil y sobre instituciones más firmes”.
Asimismo, consideró que el uso de las herramientas legales y tecnológicas, las cuales apuntalan y permiten el debilitamiento sistemático de las organizaciones federales.
Finalmente, hizo un llamado para redoblar esfuerzos, además de refrendar su compromiso para continuar avanzando y cerrando espacios a la impunidad.