La Procuraduría General de Justicia de la CDMX informó que, de acuerdo con los datos aportados por el agente del Ministerio Público, ese día seis alumnos de una universidad capitalina se encontraban en el Cuarto Andador de Río San Joaquín, casi esquina con Avenida Tenayuca Chalma, cuando llegaron el imputado y dos individuos, quienes los amenazaron con una pistola para quitarles sus pertenencias.
Al originarse un forcejeo entre las víctimas y los agresores, el implicado habría dado la instrucción a uno de sus cómplices para que disparara contra los ofendidos.
Al escuchar las detonaciones, los testigos corrieron para salvaguardar su integridad; uno de ellos subió a una unidad de transporte público, mientras que el otro permaneció oculto cerca del lugar. Después de la agresión, el acusado y sus copartícipes huyeron.
Tras recibir el aviso sobre los hechos, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina se trasladaron al sitio y encontraron a dos de los agraviados sin vida; en tanto, otros dos fueron ingresados a un hospital, donde uno de ellos falleció horas después.
Al realizar las primeras diligencias en el lugar, los policías preventivos encontraron al estudiante que permaneció oculto en el sitio, quien posteriormente identificó al hoy imputado como participante en los hechos.
Elementos de la Policía de Investigación localizaron al segundo testigo, cuya entrevista, junto con la del primer declarante, fue fundamental para la elaboración de los retratos hablados de los tres imputados.
El 18 de abril, el acusado fue detenido en la colonia Zona Escolar, cuando comercializaba narcóticos; posteriormente fue trasladado a la Coordinación Territorial Gustavo A. Madero Cuatro, donde se inició una carpeta de investigación por el delito contra la salud.
Las indagatorias establecieron que el implicado presentaba características fisonómicas que coincidían con uno de los retratos hablados. Los testigos acudieron a la representación social para las diligencias de confronta e identificaron al individuo como uno de los participantes en los hechos.
Además, la Policía de Investigación estableció que el acusado cuenta con un ingreso al Reclusorio Oriente, en 2005, por el delito de robo calificado.
Con las pruebas reunidas, el agente del Ministerio Público solicitó a un juez de control la orden de aprehensión contra el imputado, la cual fue cumplimentada ayer.
De ser encontrado culpable del homicidio de los estudiantes, la tentativa de homicidio contra otro y el robo de sus pertenencias, el probable participante podría alcanzar una sentencia de hasta 188 años de prisión.
A través de la Policía de Investigación, la Procuraduría capitalina continúa las indagatorias a efecto de localizar y detener a los dos copartícipes para someterlos a proceso.