Para 2015 la tasa de adultos fumadores en Estados Unidos era de 15 por ciento, mientras que 50 años atrás se ubicaba en 42 por ciento, dejando su lugar como generador a fallecimientos a otro tipo de conductas.
La soledad es una de las nuevas causas de decesos, inclusive al nivel de una epidemia mundial, señala el excirujano general estadunidense Vivek Murthy.
La psicóloga Julianne Holt-Lunstad, profesora también de la Brigham Young University, ha estudiado los estilos de vida solitaria y halló que equivalen a fumar 15 cigarrillos al día, con su respectivo acortamiento de la esperanza de vida.
Por su parte, el sedentarismo aumenta el riesgo de contraer diversos tipos de cáncer, señala un estudio que incluyó datos provenientes de cuatro millones de personas.
El resultado que se encontró es que cada dos horas de mirar televisión, trabajar ante un escritorio o viajar en un transporte, aumentan los riesgos de cáncer de colón o de pulmón.
El riesgo de contraer esos tipos de cáncer por falta de actividad se da a pesar de que se haga ejercicio, señala un reporte de la revista Business Insider.
También figura como amenaza letal la falta de sueño, que para los Centros de Control y Prevención de Enfermedades hace que de 50 a 70 millones de estadunidenses tengan algún tipo de desorden vinculado.
La falta de sueño eleva el riesgo de un infarto en similar grado al consumo habitual del cigarrillo, señaló en un estudio de 2015 Valery Gafarov, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A lo anterior se suma el peligro del bronceado artificial, que puede llegar a ser tan peligroso para la salud como fumar.
El bronceado artificial lleva a un número más alto de cáncer en la piel que el fumar a cáncer de pulmón, señaló un estudio de JAMA Dermatol.
En tanto, el consumo elevado de azúcar o de alimentos procesados con alto nivel de grasas saturadas, puede exponer a tasas de mortalidad similares si no es que más altas que fumar.
Un panel de la Organización pra la Agricultura y la Alimentación (FAO) elaboró el documento Sistemas Alimentarios y Dietas, los retos del siglo XXI, donde se determina que una mala alimentación excede las tasas de mortalidad por alcohol, drogas, sexo sin protección y tabaco.