“La pobreza extrema necesita el alma y ustedes tienen esa encomienda”, sostuvo el funcionario ante representantes de las beneficencias públicas y homologas de los estados.
Los invitó a seguir trabajando, a transparentar el origen y destino de los recursos de la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública (APBP), creada en 1861, durante el mandato presidencial de Benito Juárez.
Otorgar apoyos directos o unirlos de manera profesional, eficaz y transparente, es una de las estrategias del Gobierno de México para avanzar en el acceso equitativo a la salud.
En compañía de Pedro Flores Jiménez, titular de la Unidad de Administración y Finanzas, sostuvo que hacer efectivo el derecho a la salud es parte central de la Cuarta Transformación, al igual que la austeridad republicana, el combate a la corrupción y cumplir el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En un comunicado de la Secretaría de Salud, Leonardo Alfonso Verduzco Dávila, director general de la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública, mencionó que este Patrimonio se fundó con una organización filantrópica, que recibe recursos federales y estatales, además de contar con un patrimonio propio.
“Eso nos da una connotación única en la filantropía, tener recursos propios y estar apoyados por un gobierno comprometido con resolver las necesidades de los que menos tienen”, enfatizó.
Verduzco Dávila coincidió con el secretario de Salud en que este patrimonio sea una entidad rectora que genera y canaliza recursos en temas de salud.
Señaló que el Patrimonio es una de las 41 mil instituciones filantrópicas del país, de ellas 25 mil son sujetas de ser donatarias, ocho mil 381 están dedicadas a la salud y mil 187 brindan apoyo médico a la población.