El hallazgo de lo que fueron 35 genes renales es un avance en la comprensión de este padecimiento que, si no se detecta a tiempo, puede llevar al paciente a que se le aplique diálisis o trasplante de riñón.
El equipo de trabajo integra a científicos de Polonia, Australia y Reino Unido, y el investigador principal, Maciej Tomaszewski, de la Universidad de Manchester, dijo que la enfermedad renal crónica es conocida por su fuerte componente genético.
De acuerdo a un comunicado de la institución, el conocimiento limitado de los mecanismos genéticos explica las razones por las cuales el progreso en el desarrollo de nuevas pruebas de diagnóstico y tratamientos para la enfermedad crónica ha sido lento.
Los hallazgos se hicieron posibles mediante el uso de una tecnología de punta conocida como secuenciación de ARN de próxima generación, "aplicada a una de las colecciones más grandes de riñones humanos”.
El coautor del estudio, Adrián Woolf, también de la misma universidad, dijo que uno de los genes identificados (la mucina-1), es especialmente importante.
“Produce una proteína pegajosa llamada mucina que recubre los conductos urinarios dentro del riñón. Las mutaciones de este gen, se han encontrado en familias raras con insuficiencia renal hereditaria", aseveró.
Fadi Charchar, de la Federación de la Universidad de Australia, confió en que la predicción temprana mediante pruebas genéticas, incluso antes del desarrollo de los síntomas, sea en el futuro la primera línea de defensa contra uno de las principales enfermedades en el ámbito mundial.
Agregó que la detección temprana, seguida del tratamiento con medicamentos que protegen los riñones, es la clave para evitar el desarrolo del padecimiento.