La estimativa es del Instituto Científico de Salud Pública (ISP, por sus siglas en francés).
El gobierno belga invierte anualmente 7.4 por ciento de su presupuesto de salud en el tratamiento y la prevención de la diabetes.
Los portadores de la enfermedad tienen acceso gratuito y sin restricciones a consultas médicas, pruebas y medicamentos relacionados a su condición.
También pueden someterse gratuitamente a revisiones médicas anuales completas, que incluyen pruebas de visión, sangre, presión sanguínea, sensación neuronal y otras complicaciones que pueden derivar de la diabetes.
Los médicos también se interesan por la calidad de vida del paciente y la eficacia del tratamiento que se le administra en el momento de la revisión.
Asimismo, las mutuas reembolsan determinados tratamientos dispensados por nutricionistas y podólogos, que suelen ser indispensables para mantener el bien estar de los diabéticos.
No obstante, la Unión Europea reprocha a Bélgica la falta de un plan nacional para prevenir la enfermedad.
“Mientras el tratamiento es una cuestión nacional, la prevención se hace a nivel regional”, observó la Comisión Europea en un informe sobre la enfermedad en los países de la Unión Europea (UE).
“Esa división de responsabilidades ha conducido a una situación fragmentada, en la que no hay un programa de diabetes que ofrece una estructura coherente para todo el país”, añadió el documento.
Bruselas apuntó que el problema reside en la estructura federativa del Estado belga, que reparte las competencias entre los niveles federal, regional, comunitario y municipal.