En un comunicado, MSF explicó que el número de admisiones semanales a sus centros de tratamiento de cólera en Yemen, que durante la tercera semana de junio, en el pico de la epidemia, fue de 11 mil 139, mientras que en la segunda semana de octubre disminuyó a 567.
Además de que sólo el 9.0 por ciento de los pacientes admitidos la semana pasada necesitaron ser hospitalizados y sólo un número limitado de pacientes presentan los síntomas correspondientes a la enfermedad, lo que evidencia que los centros de atención ya no son necesarios.
“En algunos lugares como Khamir, en donde los cultivos se realizaron en laboratorios, no se reportaron casos positivos desde principios de septiembre,” explicó Ghassan Abou Chaar, jefe de misión de MSF en Yemen.
El experto destacó que aunque la epidemia de cólera no ha terminado en Yemen ya no es una prioridad médica, sin embargo aclaró que "esto no debe eclipsar la precaria situación de millones de yemenitas que no tienen acceso a una atención médica primaria.”
De acuerdo con el Ministerio de Salud, desde el pasado mes de abril se han confirmado en Yemen un total de 612 mil 703 personas afectadas con la bacteria Vibrio cholerae, de las cuales dos mil 048 han muerto.
MSF, una organización médica y humanitaria internacional que aporta su ayuda a las víctimas de desastres naturales o humanos y de conflictos armados, destacó que desde el comienzo de la epidemia más de 103 mil pacientes fueron admitidos en unos de los 37 centros de tratamiento de cólera instalados en Yemen.
"Durante el pico de la epidemia, MSF empleó o distribuyó una compensación monetaria a 685 trabajadores sanitarios para atender a los pacientes con cólera", destacó la organización, son sede en esta capital.
El jefe de misión de MSF en Yemen destacó que ahora es esencial implementar un sistema de monitoreo adecuado con una aguda vigilancia en la tendencia de los casos de cólera e incrementar la capacidad para confirmarlos.
"Sin esfuerzos apropiados y oportunos por parte de los actores humanitarios, podría resurgir la epidemia de cólera”, indicó Chaar.
MSF recordó que a 30 meses de guerra, los elevados precios de los bienes de consumo y el desempleo han tenido consecuencias dramáticas para la población de Yemen.
"Muchos pacientes sólo acuden a las instalaciones médicas cuando su condición médica es crítica porque no pueden costearse el transporte. Las mujeres frecuentemente dan a luz en sus hogares, especialmente en las áreas remotas, y sólo buscan apoyo en caso de presentar complicaciones. Además, el número de niños con desnutrición severa es elevado", anotó.
El hecho de que los trabajadores de salud públicos no hayan recibido un salario durante los últimos 13 meses ha afectado profundamente el sistema sanitario y obligado a varios médicos, enfermeras y trabajadores sanitarios a buscar fuentes alternativas de ingresos, agregó.
La intervención de MSF en Yemen es una de las más grandes, ya que emplea a casi mil 600 yemenitas y brinda apoyo financiero a mil 160 integrantes del personal del Ministerio de Salud de Yemen y a trabajadores ocasionales diarios.