Aumentan en México casos de mordedura de serpientes

Náuseas, vómito, taquicardia, dolor abdominal, pérdida del estado de alerta y estado de choque, entre otros, son los síntomas que presentan las personas luego de ser mordidas por una serpiente venenosa.

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Además de esos síntomas, las víctimas presentan marcas de colmillos en la piel, dolor, hinchazón en la zona, incapacidad funcional, hematomas, sangrado y necrosis del área de la mordedura.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en lo que va del año se han presentado mil 215 casos de mordedura de serpiente, lo que representa un aumento de 1.4 por ciento en comparación con las registradas en 2016, cuando sumaron mil 198.

Del total registrado este año, 782 fueron de hombres y 433 de mujeres, y las entidades donde más casos se registraron fueron Veracruz, con 150 personas; Oaxaca, 136; San Luis Potosí, 102; Hidalgo, 97, y Puebla, con 96 casos.

Según datos del Grupo Mexicano para el Estudio de la Medicina Intensiva (GMEMI), cuatro de cada 10 accidentes por mordedura de este ofidio se enmarcan en un contexto laboral agrícola.

En tanto que la Secretaría de Salud indicó que 72 por ciento de los accidentes ofídicos (mordedura de serpiente) ocurren en pies y tobillos, seguidos por los muslos, con 14 por ciento; manos, 13 por ciento, y cabeza, uno por ciento.

En México existen más de 700 especies de serpientes, englobadas en dos familias Viperidae y Elapidae, expuso la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La Viperidae engloba a tres subfamilias: viperinae, azemiopinae y crotalinae, de las que en México sólo hay de la última. De éstas destacan la cascabel, responsable de 44.9 por ciento de los incidentes; las nauyacas (42.8 por ciento) y los cantiles.

Mientras que la familia Elapidae está represaentada en el país por tres géneros de serpientes: Hydrophis y Micruroides, cada una con una sola especie, y Micrurus, con 18.

La especie Hydrophis platurus (serpiente marina pelágica) es la única marina que se distribuye en el continente americano; y aunque su veneno neurotóxico es letal, los accidentes son extremadamente raros debido a su temperamento tranquilo.

Señala que los otros dos géneros constituyen al grupo de los coralillos o serpientes de coral, responsables de entre uno y dos por ciento de los accidentes ofídicos, debido a que son tímidas y de temperamento tranquilo.

Los accidentes ocasionados por elápidos en nuestro país pueden llegar a ser letales, por lo que todos los casos deben considerarse emergencia médica y ser tratados a la brevedad con el antiveneno específico, que es distinto del utilizado para las mordeduras por vipéridos.

El veneno de elápidos ocasiona un tipo de parálisis denominada parálisis flácida, que impide la contracción del músculo esquelético y queda completamente relajado; cuando esta situación alcanza al diafragma, la respiración cesa y la muerte ocurre por asfixia.

El veneno de las serpientes es una sustancia blanco-amarillenta, viscosa, cuya función es facilitarle al animal la captura y digestión de su presa; provoca sintomatología en los primeros cuatro a 20 minutos de la mordedura, y si esta no aparece en la primera hora, significa que no hubo envenenamiento o que es leve.

En caso de mordedura, inmovilizar la zona afectada y poner a la víctima en posición neutra; remover ropa y artículos ajustados, como cinturones, anillos y relojes, así como llevarla inmediatamente al hospital, para que se le administre el antídoto.

Lo que no se debe hacer es picar, succionar o hacer incisiones en la zona de la mordedura; tampoco hacer torniquetes o utilizar empastados en la región, ni administrar bebidas que contengan alcohol.

Fuente: Notimex