La comisión de cinco miembros encargada de la revisión y análisis de las cuestionadas prácticas de vigilancia masiva de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) recomendó en su informe, difundido hoy, que la información sobre llamadas telefónicas sea almacenada por empresas privadas o terceras partes y que el gobierno acceda a ella sólo cuando es necesario por cuestiones se seguridad nacional.
El reporte también pide una supervisión judicial y legislativa mayor y llama a hacer pública más informacón sobre los programas de vigilancia.