Los casos registrados van desde esclavitud doméstica a trabajos forzados en fábricas, pasando por la explotación sexual en burdeles. Entre los casos descubiertos había cientos de niños afectados.
Los autores del informe exigen la creación de la figura de un responsable en el gobierno encargado exclusivamente de luchar contra la esclavitud.
En el Ejecutivo hay "un escandaloso desconocimiento" del problema. "Los trabajadores sociales de todo el país no están capacitados para detectar los indicios de esclavitud", señala el informe. En muchos casos incluso se persigue judicialmente a las víctimas por delitos que han cometido empujados por su situación de opresión.