Todo indica que, de no ocurrir nada extraordinario, la postulante socialista tiene la mejor opción de alcanzar el triunfo y convertirse también en la única mujer que llega por segunda vez a La Moneda.
Bachelet, de 62 años y madre de tres hijos, es la líder de la Nueva Mayoría, una coalición de centroizquierda que reúne a demócratas cristianos, socialistas, socialdemócratas y, por primera vez, a los comunistas, entre otros partidos.
Su postulación se resolvió sin dificultad por los altos niveles de apoyo que siempre mantuvo entre los chilenos, incluso después dejar el gobierno en 2010.
Michelle Bachelet se inició en la política cuando era estudiante de medicina en la Universidad de Chile, donde la sorprendió el golpe militar que derrocó al presidente socialista Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973.
El mismo día fue detenido su padre, el general de la fuerza aérea Alberto Bachelet, que murió en la cárcel seis meses más tarde por los tormentos que le propinaron sus propios compañeros de armas, que lo acusaban de "traición a la patria" por su lealtad al gobierno constitucional de Allende.
Tras pasar a la clandestinidad, Michelle y su madre, Angela Jeria, fueron apresadas y torturadas en 1975 por agentes de la policía secreta de Pinochet en la Villa Grimaldi, un centro donde se torturó a miles de opositores al régimen, hoy convertido en una "Villa de la Paz".
Después de ser liberadas partieron al exilio, primero a Australia y luego a la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), desde donde retornaron a Chile en 1979 para integrarse a los diversos movimientos contrarios a la dictadura.
Al término del régimen castrense, Bachelet, que ya ejercía como médico, desarrolló una carrera política de bajo perfil hasta que en 2002 fue llamada por el presidente Ricardos Lagos (2000-2006) para integrarla a su gabinete al frente del Ministerio de Salud.
Más tarde fue su ministra de Defensa, cargo que dejó luego de ser designada candidata a la presidencia de Chile por la oficialista Concertación de Partidos por la Democracia.
En marzo de 2006, y tras ganar en segunda vuelta al que cuatro años más tarde sería su sucesor en la presidencia de Chile, el conservador Sebastián Piñera (2010-2014), asumió como la primera mujer que llega a la primera magistratura de su país.
Al terminar su periodo de cuatro años, y tras abandonar el gobierno con un apoyo ciudadano que jamás tuvo otro mandatario chileno más del 80 por ciento- aceptó la función de directora de ONU-Mujer, con sede en Nueva York.
El cargo lo ejerció hasta marzo pasado, cuando regresó a Chile para transformarse en la abanderada de la Nueva Mayoría, después de ganar ampliamente una elección primaria del conglomerado opositor.
Quienes la conocen dicen que Bachelet es una eximia guitarrista, una mujer que posee un gran sentido del humor y de extrema amabilidad, que habla fluidamente inglés, alemán, francés y portugués.
Estas características, asociadas a su experiencia política, le podrían servir para encantar a los electores en los comicios del domingo, en los que se enfrentará a otros ocho candidatos, entre ellos a Evelyn Matthei, la abanderada del oficialismo, su principal adversaria en la carrera presidencial.
De acuerdo con los últimos sondeos, Bachelet podría derrotar a la abanderada derechista incluso en primera vuelta, lo que le evitaría ir a un balotaje el 15 de diciembre.