En Reino Unido se guardaron dos minutos de silencio en colegios, iglesias, negocios y bases militares a las 11 de la mañana (11:00 GMT), la hora en que el armisticio entró en vigor después de más de cuatro años de guerra.
El tráfico se paralizó por completo en la famosa plaza de Trafalgar Square, uno de los centros más bulliciosos de Londres, donde miles de personas se concentraron en silencio.
Dorothy Ellis, la última viuda con vida de la Primera Guerra Mundial, participó en un homenaje en el Monumento a las Fuerzas Armadas Nacionales en Staffordshire.
Un día antes, la reina Isabel II de Inglaterra y el primer ministro David Cameron participaron en un homenaje en el monumento del Cenotafio en el centro de Londres, donde la Asociación de Viudas de Guerra desfiló hacia Whitehall, seguida por unos 10,000 ex combatientes.
Las ceremonias en recuerdo del final de la guerra también tuvieron lugar a lo largo de todo Francia. Allí y en la vecina Bélgica fue donde más batallas se libraron durante la Primera Guerra Mundial.
El presidente francés, François Hollande, visitó la ciudad del este de Francia Oyonnax, donde cerca de 200 miembros de la Resistencia Francesa desafiaron una prohibición del gobierno colaboracionista de Vichy en 1943 que impedía conmemorar el final de la Primera Guerra Mundial.
Su desfile a través de Oyonnax, situado en territorio ocupado por la Alemania nazi, fue visto como un acto de inmensa valentía.
"Francia nunca debería aceptar el odio, la intolerancia, el extremismo o el racismo", declaró Hollande, cuya visita fue la primera de una serie de eventos planeados con motivo del centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial el próximo año.
El presidente fue abucheado por una serie de manifestantes en contra de las medidas de austeridad impuestas por el gobierno durante una ceremonia que tuvo lugar a primera hora en la tumba del Soldado Desconocido en los Campos Elíseos en París. La manifestación acabó con un saldo de más de 70 personas detenidas.
En Bruselas, el nuevo monarca, el rey Felipe, participó en un tradicional homenaje a las víctimas de las dos guerras en la Columna del Congreso, que conmemora la formación del Estado belga. Cerca de 500 personas asistieron al evento.
Por su parte, el príncipe Felipe de Reino Unido, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, participó en una ceremonia en la Puerta de Menin en Ypres, Bélgica, donde tuvieron lugar algunas de las batallas más sangrientas de la Primera Guerra Mundial.
En Polonia, donde el 11 de noviembre es conocido como el Día de la Independencia y es fiesta nacional, el presidente Bronislav Komirovski estuvo presente en una marcha por Varsovia, en la que participaron miles de civiles y militares. Sin embargo, los actos quedaron ensombrecidos por actos violentos de un grupo de nacionalistas.