Desde febrero del 2011 que Laura regresó al aire y la inclusión de su programa espejo, Cosas de la Vida, A Favor de lo Mejor ha demandado a través del Consejo de Autorregulación de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), y directamente a las televisoras la salida de estos programas.
No es concebible que tras varios años de quejas y reiteradas peticiones a las televisoras sobre el retiro de esta programación tan pobre, se mantenga en la actualidad por motivos de competencia y rating.
Resulta inexplicable que durante años se han sostenido, pese a las inconformidades del público, y es preocupante que se sigan deteriorando la calidad de los diálogos y las imágenes en perjuicio de la audiencia.
Hemos afirmado que formatos que promueven la violencia verbal y física, el abuso y la utilización de casos ficticios o reales que se presentan a las familias para uso de explotación morbosa y comercial; son una degradación de la comunicación, son simplemente un engaño y una falta de respeto a la sociedad mexicana.
El escándalo, amarillismo y la manipulación han hecho de esta programación toda una escuela para públicos vulnerables que se confunden y se someten emotivamente en una dinámica que los empobrece y retroalimenta un morbo que se replica en las vidas reales.
Conviene que hoy que se ha tomado nuevamente conciencia respecto a este tema y que se ha visto manifestado espontáneamente en redes sociales, se tome una decisión firme y responsable por parte de los directivos de las televisoras y que actualmente permiten que se transmita esta programación, para que hagan caso a las demandas del público y a la ética que debe caracterizar a todas las televisoras para que finalmente decidan su salida del aire.
Ampliemos en conjunto las voces de protesta y exigencia a la televisión para que se transforme radicalmente cambiando sus contenidos en beneficio de las audiencias, en especial de los niños, jóvenes y familias, cuyo principal referente de entretenimiento e información es la deteriorada televisión que padecemos.
El publico reclama contenidos inteligentes, tramas y temáticas con tratamientos integrales que aporten visiones constructivas a las que el público pueda incorporarse. Esperamos contenidos con los que las televisoras puedan cumplir cabalmente su función social que es producir bienes públicos a través de la comunicación y que éstas contribuyan cada vez más a enriquecer la cultura, la educación y a formar una mejor sociedad.