Expuso que se calcula que podrían registrarse entre uno y cinco millones de "pacientes sintomáticos", aunque no puede establecerse una cifra precisa, y "esperamos contener la mortalidad, que no rebase los dos mil pacientes en total" de A(H1N1) de septiembre de 2009 a marzo de 2010.
"Toda la gente que está enferma no tiene que ir a los lugares donde hay aglomeraciones, hay que ir con el médico y si es A(H1N1) recluirse siete días a partir del día del diagnóstico", afirmó.
Confió en que pueda contarse con los primeros lotes de la vacuna contra esa influenza a finales de octubre y reiteró que las primeras personas que la recibirán son el personal de salud y militar, para luego tratar de acelerar la obtención de las dosis y aplicarlas a los sectores con factor de riesgo, con lo que se alcanzará a unos 23.8 millones de mexicanos.
Aclaró sin embargo que la vacuna no es la panacea ni es el único método para evitar la enfermedad, que es benigna y cuya atención temprana del médico garantiza la curación, además de que hay medicamento suficiente y la reserva estratégica se ha fortalecido para llegar a 2.5 millones de tratamientos y se podrían adquirir más.
Llamó a reforzar las acciones de distanciamiento social, los filtros escolares, los filtros en casa, el lavado de manos, el estornudo de etiqueta y no tocarse la cara, entre otras.
El titular de la Secretaría de Salud (SSA) consideró que el aumento en el número de casos sería el tercer repunte "y probablemente sea el que se vaya a mantener durante la época invernal".