La Unión Europea (UE) descartó de momento reconocer oficialmente a China como una economía de mercado, lo que supondría importantes repercusiones en temas de "antidumping" y aranceles.
Según explicó la comisaria europea de Comercio, Catherine Ashton, durante una conferencia de prensa en Pekín, todavía se deben solventar asuntos técnicos para el pleno reconocimiento, por lo que aseguró que "las discusiones continúan pero hay mucho que hacer".
La responsable europea de Comercio, quien se encuentra de visita oficial al país asiático, afirmó, no obstante, que va a continuar trabajando para lograr esta meta, largamente reivindicada por Pekín.
En 2004, Nueva Zelanda fue el primer país en considerar oficialmente a China como una economía de mercado y actualmente más de 70 países se han añadido al reconocimiento, incluyendo Rusia, Australia y Corea del Sur.
Sin embargo, ni Estados Unidos ni la Unión Europea, los dos mayores socios comerciales de Pekín, han dado el paso todavía y es probable que lo aplacen hasta 2016, cuando todos los países se vean obligados a otorgar este estatus a China, como marcaron los términos de acceso de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001.
Ashton también se refirió a las acusaciones de proteccionismo europeo lanzadas por Pekín, negando y minimizando los problemas.
"El proteccionismo no está creciendo en Europa. El 99 por ciento del comercio que tenemos con China es efectivo y sólo el uno por ciento restante crea fricciones", expuso.
En su estancia en China, Ashton se reunió con el ministro chino de Comercio, Chen Deming, y prosiguió el Diálogo de Alto Nivel China-UE celebrado en mayo en Bruselas con el viceprimer ministro Wang Qishan.
La comisaria europea hizo hincapié en los temores que ha despertado en la industria mundial una posible "sobreproducción" china, especialmente en sectores como el acero, espoleados por los estímulos fiscales lanzados por Pekín para superar la crisis.
"Si no hay suficiente demanda interna, los productos tendrán que ir a algún lado (...) Todos tenemos que estar alerta ante las consecuencias", señaló Ashton, que añadió que llegará un punto que los estímulos deberán retirarse y las industrias volverán a operar a un cauce normal.
La ambición de la UE, dijo, es recuperar la confianza con China y establecer una alianza estratégica entre las dos partes.
La UE es el mayor socio comercial del país asiático y el comercio bilateral total entre China y los países europeos fue de 326 mil millones de euros (472 mil millones de dólares) en 2008, aunque las tensiones a cuenta de la situación en Tíbet dificultaron la relación política a finales del año pasado.
"No esperábamos que nos extendieran la alfombra roja", sentenció Ashton.