El Producto Interior Bruto (PIB) subió un 1.5 por ciento en junio, cuando en mayo el crecimiento había sido del 1 por ciento, mientras las inversiones de capital cayeron un 2.4 por ciento, según las agencias locales.
La economía rusa creció un 1,6 por ciento en el primer trimestre y un 1.9 por ciento en el segundo.
El ministro de Economía, Antón Siluánov, había aventurado que en junio la economía podría recuperarse y crecer por encima del 2 por ciento.
No obstante, Klepach reconoció que, por el momento, no se percibe que la economía nacional haya dejado atrás el estancamiento y que se abra una nueva etapa de crecimiento acelerado.
"Esperemos que junio sea el último mes de esta fase de pausa de crecimiento", dijo.
Recientemente, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que los actuales porcentajes de crecimiento "están por debajo de las cifras que se necesitan para un desarrollo estable y para resolver problemas sociales y otros".
Anteriormente, el Ministerio de Economía revisó a la baja sus previsiones de crecimiento, que dejó en un 2.4 por ciento en lugar del 3.6 por ciento previsto al inicio del ejercicio, en otras cosas, debido a la caída de las exportaciones de gas.
El año pasado, la economía rusa creció un 3.5 por ciento, medio punto por debajo de las previsiones oficiales.