"¡Ojo con la complacencia!", señaló Gurría en la apertura en París del Foro Económico Internacional de América Latina y el Caribe, antes de explicar que en esa región "no tenemos un crecimiento endógeno vigoroso y además tenemos un problema de competitividad interna muy vigoroso".
Avanzó que la región debería tener este año un crecimiento de su economía del 3,5 %, y aunque eso significa tres veces más de lo que se augura en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), "para Latinoamérica no es suficiente" con vistas a absorber el paro acumulado y las nuevas incorporaciones al mercado de trabajo.
Insistió en que Latinoamérica lleva una quincena de años con "un virtual estancamiento en los niveles de competitividad" y "la región es profundamente desigual", con una de las mayores disparidades sociales del mundo y 167 millones de pobres, lo que constituye "una tarea pendiente".
Otro de los problemas que hizo notar es la informalidad de la economía, que causa "falta de vinculación a las empresas", "dualidad de los mercados" y "pobreza".
Esa cuestión fue destacada igualmente por el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, que estimó que la informalidad representa entre el 40 y el 50 % del Producto Interior Bruto (PIB) en Latinoamérica.
Moreno también indicó que, con excepción de Chile, la cantidad de pymes "formales" es tres veces inferior al que se da en el mundo desarrollado, y eso es algo que pone en evidencia las debilidades en términos de competitividad.
El presidente del BID avisó de que las carencias de financiación -que evaluó entre 330.000 y 400.000 millones de dólares- limita las inversiones, así como de los elevados costos de los trámites empresariales, que son un desincentivo a la formalización de empresas.
Gurría, por otra parte, consideró "muy alentadores" los flujos de inversión de 173.000 millones de dólares: "interesante a falta de otras alternativas".
La ministra francesa del Comercio Exterior, Nicole Bricq, que hizo de anfitriona, mostró su voluntad de incrementar los intercambios comerciales de su país con Latinoamérica y el Caribe, por ahora "insatisfactorios": un 3 % del total de sus exportaciones y un 5 % de las importaciones.
Contrastó esas cifras con las de las inversiones francesas en Sudamérica y el Caribe, que pasaron de 14.000 millones de euros en 2005 a 37.000 millones en 2011.