"Hemos tomado medidas suficientes para que la decisión de Chipre no repercuta negativamente en el resto de la zona euro", indicó el ministro anoche, en unas declaraciones al informativo de la televisión pública ZDF.
Schäuble apuntó, asimismo, que Chipre es "un caso muy especial" en el conjunto de la zona euro, ya que la estructura de su sector financiero es "muy específica".
"La situación ahí no es comparable con la de ningún otro país de la zona euro", insistió el ministro, para resaltar que el programa ofrecido "sigue sobre la mesa".
Se trata de un paquete "adecuado para lograr la estabilización de la economía chipriota de manera continuada", destacó.
El Gobierno alemán había advertido a Chipre, previo a la votación del Parlamento de Nicosia, contra toda maniobra de retraso o contra un rechazo parlamentario, porque ello pondría en peligro la solvencia de su sistema bancario.
La propia canciller alemana, Angela Merkel, había hablado de la cuestión telefónicamente con el presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, y le advirtió de que sólo puede negociar las condiciones del rescate con la troika -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)-.
Berlín negó durante todo el lunes insistentemente haber ejercido presiones para incluir el polémico impuesto extraordinario a los ahorradores en el programa de rescate a Chipre y aseguró que la decisión fue del Ejecutivo de Nicosia.