El presidente de la compañía, Yoshiharu Ueki, dijo en rueda de prensa que JAL se está "preparando" para pedir una indemnización al fabricante de aviones estadounidense debido a los fallos que obligaron a la empresa a cancelar vuelos con el modelo 787 Dreamliner.
Ueki dijo que la empresa prevé que la suspensión temporal de operaciones le supongan 1.100 millones de yenes (8,9 millones de euros) menos en ingresos para el presente año fiscal, que en Japón concluye el próximo 31 de marzo.
JAL espera además que de abril a finales de mayo la compañía deje de ingresar otros 2.300 millones de yenes (18,6 millones de euros) por el problema.
"Comenzaremos las negociaciones en el momento oportuno. Por ahora no queremos molestar a Boeing con esto, queremos que se concentren en solucionar los problemas de las baterías del 787", aseguró Ueki.
Hoy mismo la otra gran línea aérea japonesa, All Nippon Airways (ANA), anunció también que reclamaría a Boeing una indemnización por los problemas de este Dreamliner.
Ambas compañías, que poseen 24 aviones de este modelo entre las dos, han tenido que cancelar cientos de vuelos domésticos e internacionales desde que el pasado 16 de enero decidieron suspender temporalmente las operaciones con el 787.
Ese día un Dreamliner de ANA se vio forzado a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Takamatsu (sur) por un problema en una de sus baterías de ion-litio.
Ese fallo fue el sexto detectado en un 787 en apenas 10 días y a raíz de ello las otras seis compañías que poseen el modelo, así como las autoridades de aviación civil de Estados Unidos o Japón, decidieron anunciar la suspensión temporal de operaciones con este avión.
La semana pasada representantes de Boeing explicaron que el fabricante aeronáutico cuenta con un nuevo diseño para las baterías defectuosas del 787 y que esperan solucionar el problema en las próximas semanas.