Así lo afirmó el presidente del fondo, Lou Jiwei, en un foro celebrado hoy en Pekín, donde argumentó que China suministra una "gran parte" de la demanda global de materiales.
Esta estimación se produce apenas una semana después de que se publicaran las cifras de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de 2012, que se situó en un 7.8 por ciento, su peor marca en una década.
El repunte final se logró, no obstante, gracias al buen comportamiento en el último trimestre del año, con un crecimiento del 7.9 por ciento respecto al mismo período del año anterior, un dato que rompió la tendencia de declive de los siete trimestres previos.
Aunque la cifra anual está muy por debajo del crecimiento del 9.3 por ciento que la segunda economía mundial registró en 2011, y aún más lejos del 10.4 por ciento que alcanzó en 2010, mejoró la perspectiva del 7.5 por ciento marcada por el régimen comunista.
Esto también motivó que los analistas consideraran que en 2013 se recuperarán las tasas de crecimiento de años anteriores.
Lou Jiwei aseguró hoy que los problemas de deuda en algunos países suponen oportunidades para una China "rica en liquidez", y añadió que el Gobierno debería animar a las firmas locales a aumentar sus esfuerzos para expandirse e invertir en el extranjero.
"Hay grandes oportunidades para los países con liquidez en sus manos, especialmente para China. Deberíamos aprovecharlas y dar a las empresas más libertad en sus inversiones", agregó.
China atesora el mayor fondo de reservas extranjeras, que asciende a 3.31 billones de dólares.
Según el experto, la relajación de la normativa sería del "agrado" de los ejecutivos, que se quejan de que las "estrictas reglas y el largo proceso de aprobación para las inversiones en el extranjero son grandes impedimentos para hacer negocios fuera del país".
Pese a las dificultades, la inversión no financiera china alcanzó un récord en diciembre, al situarse en los 14,700 millones de dólares.
También presente en el foro, el ex viceprimer ministro Zeng Peiyan aseguró que los líderes chinos deben tener "coraje político" para acelerar las reformas económicas que ayuden a conseguir un crecimiento sostenible en el largo plazo.
Zeng, ahora presidente del think-tank "Centro Chino para los Intercambios Económicos Internacionales", destacó que la economía china "está cambiando de marcha" y claramente "desacelerando de los dos dígitos de las pasadas tres décadas al 7.8 por ciento que se prevé para el futuro".