En declaraciones a la prensa durante una visita a los refugiados sirios en Turquía, Ban dijo: "nos han llegado informaciones según las cuales el gobierno sirio podría preparar la utilización de armas químicas; no tenemos informes contrastados, pero si lo hiciera, sería un crimen atroz".
"Hace varios meses envié una carta a Asad para insistirle en que no utilizara en ningún caso armas químicas. Siria no forma parte de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), pero hace dos días le escribí otra carta y sé que muchos otros dirigentes también le han advertido de que no las emplee, y de las inmensas consecuencias que afrontaría", subrayó.
"Ayer hablé con el director de la OPAQ para analizar posibles vías de investigar el asunto, pero por el momento no tenemos planes; no se han debatido", concluyó Ban.
El secretario general de la ONU llegó hoy a Turquía, procedente de Jordania, y visitó el campamento de refugiados de Islahiye en la provincia de Gaziantep, en el sur de Turquía, que alberga a 8,500 ciudadanos sirios.
Ban describió el drama humano de los exiliados y, al tiempo que alabó los esfuerzos "generosos" de Turquía y reconoció asimismo que países como Líbano, Jordania e Irak están dedicando muchos recursos al problema de los refugiados, invitó a todos los países a colaborar para aliviar las condiciones de estas personas que huyen de la guerra en Siria.
"Me temo que esto puede continuar durante mucho tiempo, y no será una situación sostenible", vaticinó.
Tras la visita, Ban Ki-moon se dirigió a Ankara, donde se reúne con el presidente turco, Abdullah Gül, y el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y mañana, sábado, abandonará Turquía.