El último informe de perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala que en el país sudamericano ya se aprecian las consecuencias de los estímulos fiscales y monetarios decididos por su gobierno.
Ambos elementos tendrán como consecuencia que la economía brasileña alcance tasas de crecimiento por encima de las de los últimos años y superiores a la tendencia esperada para el país, reconoció la organización con sede en París.
El crecimiento global de la economía, la depreciación del real y las recientes medidas aplicadas por el Ejecutivo brasileño tendrán como consecuencia beneficios para el crecimiento económico local, añadió la OCDE.
Además, se hace referencia a los beneficios que Brasil obtendrá durante los dos próximos años como consecuencia de la organización de grandes eventos deportivos, como los Juegos Olímpicos o el Mundial de Fútbol.
El informe cita además los beneficios que se obtendrán de las medidas destinadas a reducir la carga fiscal y la complejidad del sistema impositivo brasileño, así como de la contención en el crecimiento de los salarios y de la aplicación de reformas a largo plazo de los mercados financieros.
La OCDE advierte únicamente del peligro que pudieran plantear para el crecimiento brasileño las medidas, recientemente adoptadas, que van en la dirección del incremento del proteccionismo comercial.
La inflación se situará en 2012 y 2013 en el 5.3 por ciento y solo se prevé que se reduzca una décima en 2014 y la OCDE considera que los riesgos de aumentos de precios procederán de los de las materias primas, aunque los recortes anunciados en los de la energía podrían compensar esas tensiones alcistas.
La parte del informe que se dedica a Brasil destaca la decisión con la que el gobierno ha actuado para limitar el aumento de los salarios y para reformar el sistema de pensiones, medidas que contribuirán a mejorar las perspectivas fiscales.
Los expertos de la OCDE estiman que los costes de la electricidad bajarán en Brasil como consecuencia de la bajada de impuestos que la gravan y por los efectos de las revisiones de los contratos de concesiones que están pendientes.
Además, otro estímulo procederá de los planes de inversiones en infraestructuras anunciados por el Ejecutivo de Dilma Rousseff, que tendrán como consecuencia la mejora de carreteras, líneas de ferrocarril y aeropuertos.