El resultado neto financiero o ebit se situó en este periodo en 142.5 millones de euros, un 8 por ciento por debajo del obtenido un año antes.
La facturación se saldó con 1,204.9 millones de euros, con un crecimiento del 2.3 por ciento respecto a los 1,178.1 millones de los mismos nueve meses del año pasado.
Los ingresos por alquiler de vehículos en el periodo de referencia se incrementaron en un 7 por ciento, hasta los 725.7 millones de euros de facturación, frente a los 674.3 millones de 2011.
El factor principal que ha contribuido a ello fue el continuo crecimiento en Europa Occidental y en Estados Unidos.
Según la empresa, el crecimiento del negocio internacional hizo una sustancial contribución hacia el éxito de los resultados y para el cierre del ejercicio, Sixt todavía espera que los ingresos aumenten, y que la compañía muestre un beneficio sólido.
Los ingresos por leasing (alquiler con opción a compra) se elevaron a 282.6 millones de euros, que significan una bajada del 4.6 por ciento comparando el mismo periodo del año anterior (286.1 millones).