El nuevo sistema operativo nace de "reimaginar Windows", explicó durante una ceremonia en Shanghái el principal responsable del nuevo producto, Steven Sinofsky, presidente de Microsoft para la división de Windows y Windows Live.
De hecho Windows 8 está considerado como el mayor rediseño de Windows desde Windows 95, con un software adaptado a las tecnologías de pantallas táctiles y las aplicaciones de internet, pero que no renuncia a conservar las funciones tradicionales de este sistema operativo ni sus programas de escritorio.
El resultado es un sistema operativo con una nueva interfaz y la capacidad de adaptarse a cualquier tipo de ordenador personal, incluidos portátiles, tabletas táctiles o combinaciones de ambos, aparatos con baterías de larga duración que diferentes fabricantes asociados con Microsoft pondrán también esta semana en el mercado.
En China serán un total de 52 nuevos dispositivos de 15 fabricantes diferentes los que se pondrán a la venta desde este viernes 26 con Windows 8, en coincidencia con su lanzamiento mundial.
La intención de Microsoft es que el usuario tenga a través de su nueva interfaz "una experiencia rápida y fluida" de navegación y de salto entre unas aplicaciones y otras, en permanente conexión con internet y en compatibilidad con cualquier tipo de dispositivo informático.
"Al iniciar Windows 8 uno tiene una experiencia nueva: es diferente, está mejorado, diseñado para el mundo moderno", aseguró Sinofsky, que recordó que cuando nació el sistema operativo de Microsoft aún "no había internet, ni móviles, ni cámaras digitales, la mayoría de los ordenadores ni siquiera se conectaban en red".
"Si pensamos en el mundo en que vivimos hoy en día, lleno de aparatos informáticos, vemos que estamos siempre conectados, con nuestros dispositivos móviles o nuestro ordenador personal", añadió, "y ya no importa sólo lo que tengas en tu ordenador, también lo que tengas en la nube, para las redes sociales, para compartir datos".
"Windows 8 está diseñado para eso desde el principio", por lo que el cambio de concepto que va a suponer también "significa una nueva era de la informática", aseguró.
En el mismo sentido se pronunció el vicepresidente corporativo de la compañía y presidente de Microsoft para China, Ralph Haupter, que dijo a Efe que "es la primera vez que Microsoft decide el sistema operativo mundial".
Haupter explicó también el gesto que la compañía tuvo hoy hacia China, al mostrar ante la prensa del gigante asiático cómo será el "Windows ba" (por el número ocho, "ba", en mandarín) dos días antes de su presentación mundial.
"China es un mercado muy importante para Microsoft, donde hay enormes oportunidades", declaró.
"Además muchos dispositivos (informáticos) son diseñados y desarrollados aquí, así que es una buena oportunidad para empezar a hablar de Windows 8, sobre todo, hoy que queríamos mostrarlo en una variedad de aparatos" de distintas marcas, concluyó.
Junto a estos aparatos, diseñados para aprovechar el nuevo sistema operativo y combinar, en un solo dispositivo, funciones de tableta y ordenador, con pantallas táctiles con su propio procesador incorporado y teclados desmontables con los puertos de conexión de hardware habituales, Microsoft presentó también su tableta Surface.
Al igual que el nuevo sistema operativo y los demás productos, la tableta, que utilizará el sistema Windows RT, menos compatible que Windows 8, estará a la venta en todo el mundo desde el próximo viernes 26.
Surface, con una pantalla táctil de 10.6 pulgadas, tendrá en su versión más económica un precio similar a su rival de Apple, el iPad, y contará con puertos USB, microSD, vídeo HD, 8 horas de batería y un mínimo de 32 GB de disco duro, aunque carecerá de posibilidad de conexión 3G.