"Pedimos perdón a Estados Unidos, al pueblo estadounidense y al mundo entero", dijo al Magrif en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro transitorio, Abderrahim al Kib.
Asimismo, Al Magrif, que calificó lo ocurrido de "ataque criminal y cobarde", agregó: "condenamos con rotundidad cualquier ofensa contra el islam y el profeta (Mahoma), como condenamos y rechazamos con rotundidad el uso de la violencia y el asesinato de inocentes como medio de expresión".
El ataque se produjo tras una protesta frente a la sede del consulado por un vídeo realizado en Estados Unidos y que supuestamente ofendía a Mahoma.