"Intentamos apretarle el cuello por todos los canales posibles, y en particular por el canal financiero" puesto que el conflicto le cuesta al régimen de Al Asad unos 1.000 millones de dólares, explicó Fabius en una entrevista concedida a la emisora de radio francesa "RTL".
Eso significa que "no le queda dinero más que para unos meses, salvo que reciba ayuda de Rusia o de Irán", con lo cual "tiene que haber discusiones cuando menos con Rusia, ya que con Irán son extremadamente difíciles", añadió.
Preguntado por la forma de afrontar el veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de Rusia y China a una intervención internacional, respondió que "la posición de Francia es que no se puede intervenir en un conflicto sin un mandato internacional, sea de la ONU o de la OTAN".
"No obstante, si el conflicto dura, se plantea la cuestión de las zonas de exclusión aérea", puntualizó antes de reconocer que "es una cuestión muy complicada" ante el bloqueo en la ONU.
En cuanto a la posibilidad de armar a los insurgentes, el jefe de la diplomacia francesa recordó que hay países que aportan armas a Al Asad, y citó a Rusia e Irán, y otros "en su mayor parte árabes", a los rebeldes.
"Nosotros estamos atados por nuestro embargo de armas, pero aportamos material no letal, como prismáticos especiales para visión nocturna y equipos de telecomunicaciones", señaló.
Igualmente precisó que "hay una serie de discusiones internacionales" sobre cómo hacer frente a los ataques aéreos que lleva a cabo Al Asad, que "ha decidido seguir en el poder contra su pueblo".
Fabius, que la semana pasada llevó a cabo una gira por Oriente Medio para abordar el conflicto sirio y visitó en particular campamentos de refugiados en Jordania, subrayó que el régimen de Damasco "es absolutamente inhumano".
Por otra parte, criticó la decisión de Air France de hacer una escala técnica en Damasco con uno de sus aviones que cubría la línea París-Beirut el pasado miércoles, ya que puso en peligro a los ocupantes, entre los que había opositores a al presidente sirio.
"En pleno conflicto en Damasco, no era la solución más pertinente", concluyó.